Requisitos y plazos para matricular a tu hijo en un colegio español
El proceso de matriculación escolar es uno de esos momentos que marcan un antes y un después en la vida familiar
25/05/2025 Publicado por guialibros

Requisitos y plazos para matricular a tu hijo en un colegio español
El proceso de matriculación escolar es uno de esos momentos que marcan un antes y un después en la vida familiar.
Ya sea el primer día de escuela infantil de nuestro pequeño, el salto a primaria o la transición a la secundaria, cada etapa trae consigo sus propios procedimientos, requisitos y, sobre todo, plazos que no podemos permitirnos pasar por alto. En España, el sistema de matriculación escolar puede parecer un laberinto burocrático para quienes se enfrentan a él por primera vez, con fechas que varían según la comunidad autónoma, documentación específica según la edad del niño y procedimientos diferentes según el tipo de centro elegido. Esta guía pretende ser el mapa que toda familia necesita para navegar con éxito este proceso, asegurando que ningún detalle importante quede al azar y que podamos tomar decisiones informadas en cada paso del camino.
El calendario escolar: entendiendo los tiempos
La importancia de la planificación anticipada
El proceso de matriculación escolar en España no es algo que pueda dejarse para última hora. Los plazos están cuidadosamente estructurados para permitir una organización eficiente de los recursos educativos, y perderse estas ventanas temporales puede significar quedarse sin plaza en el centro deseado o tener que conformarse con opciones menos convenientes. Por ello, las familias deben comenzar a informarse y prepararse con varios meses de antelación al inicio del curso escolar.
El calendario típico de matriculación comienza mucho antes de lo que muchas familias imaginan. Ya en enero y febrero, los centros educativos comienzan a organizar sus jornadas de puertas abiertas, esos eventos cruciales donde las familias pueden conocer de primera mano las instalaciones, el proyecto educativo y el equipo docente. Estas visitas no son obligatorias, pero sí altamente recomendables, especialmente para quienes están eligiendo centro por primera vez o considerando un cambio.
La planificación debe considerar no solo los plazos oficiales, sino también el tiempo necesario para reunir la documentación requerida, especialmente si hay circunstancias especiales como documentos que necesitan ser traducidos, legalizados o actualizados. Además, las familias deben prever tiempo para posibles imprevistos: documentos que tardan más de lo esperado, necesidad de solicitar certificados adicionales o resolver situaciones administrativas pendientes.
El proceso ordinario de admisión
El proceso ordinario de admisión es el procedimiento principal mediante el cual la mayoría de las familias solicitan plaza escolar. Este proceso tiene lugar una vez al año y está diseñado para organizar la entrada de nuevos alumnos al sistema educativo o los cambios de centro. Aunque los detalles específicos pueden variar entre comunidades autónomas, existe una estructura general que se repite en todo el territorio nacional.
Típicamente, el período de presentación de solicitudes se abre entre marzo y abril, con fechas exactas que cada comunidad autónoma publica con antelación en sus boletines oficiales y páginas web de educación. Durante este período, que suele durar entre dos y tres semanas, las familias deben presentar su solicitud de plaza en el centro elegido como primera opción. Es fundamental respetar estos plazos, ya que las solicitudes presentadas fuera de fecha pasan automáticamente al proceso extraordinario, con muchas menos opciones de obtener plaza en el centro deseado.
Tras el cierre del plazo de solicitudes, comienza el proceso de baremación, donde se aplican los criterios de admisión establecidos por la normativa. Este proceso puede durar varias semanas, durante las cuales las comisiones de escolarización revisan las solicitudes, verifican la documentación y asignan las puntuaciones correspondientes. Las listas provisionales suelen publicarse en mayo, abriéndose entonces un período de reclamaciones que permite a las familias subsanar errores o aportar documentación adicional si es necesario.
Plazos específicos por etapas educativas
Aunque el proceso general es similar para todas las etapas, existen particularidades importantes según el nivel educativo al que se acceda. Para Educación Infantil de segundo ciclo (3-6 años), que aunque no es obligatoria tiene una demanda muy alta, los plazos suelen ser los primeros en abrirse. Las familias con niños que cumplen 3 años en el año natural deben estar especialmente atentas, ya que es el momento de mayor demanda y competencia por las plazas.
La transición de Infantil a Primaria generalmente no requiere un nuevo proceso de admisión si el alumno permanece en el mismo centro. Sin embargo, las familias que desean cambiar de centro deben participar en el proceso ordinario. Es importante saber que tener hermanos en el centro o haber cursado Infantil en un centro no garantiza automáticamente plaza en Primaria si se trata de centros diferentes, aunque sí otorga puntos adicionales en el baremo.
Para Educación Secundaria Obligatoria (ESO), el proceso puede ser automático si existe un centro de secundaria adscrito al colegio de primaria. En caso contrario, las familias deben participar en el proceso de admisión. Los plazos para secundaria suelen ser ligeramente posteriores a los de infantil y primaria, permitiendo que las familias conozcan los resultados de primaria antes de tomar decisiones sobre secundaria. Bachillerato y Formación Profesional tienen sus propios calendarios, generalmente más tardíos, que se extienden hasta junio o julio, después de conocerse los resultados académicos del curso anterior.
Documentación requerida: preparando el expediente
Documentos de identificación y filiación
La documentación básica comienza con la acreditación de la identidad del menor y su filiación. El libro de familia sigue siendo el documento más común para esto en España, aunque cada vez más se aceptan otros documentos como el certificado literal de nacimiento. Para familias extranjeras, se requiere el pasaporte del menor o documento equivalente, debidamente traducido si es necesario. Es importante que estos documentos estén actualizados y en buen estado, ya que serán fotocopiados para el expediente del alumno.
Los padres o tutores legales también deben acreditar su identidad mediante DNI, NIE o pasaporte. En casos de tutela, guarda o acogimiento, será necesario presentar la documentación judicial correspondiente. Las familias monoparentales deben estar preparadas para acreditar esta situación si desean beneficiarse de los puntos adicionales que algunas comunidades otorgan a estas familias. Esto puede requerir documentación adicional como sentencias de divorcio, certificados de defunción o libros de familia donde conste un solo progenitor.
Un aspecto que a menudo genera confusión es la necesidad de presentar documentación de ambos progenitores, incluso en casos de separación o divorcio. La normativa establece que ambos padres con patria potestad deben estar informados y, en principio, dar su consentimiento para la escolarización. En casos de desacuerdo o cuando uno de los progenitores no puede o no quiere participar en el proceso, pueden ser necesarios documentos adicionales o incluso resoluciones judiciales.
Documentación sobre el domicilio
El certificado de empadronamiento es uno de los documentos más importantes en el proceso de admisión, ya que el criterio de proximidad del domicilio familiar al centro educativo es uno de los que más puntos otorga en el baremo. Este certificado debe ser reciente, generalmente con una antigüedad no superior a tres meses, y debe incluir a todos los miembros de la unidad familiar que conviven en el domicilio.
Además del empadronamiento, muchas comunidades requieren documentación adicional para verificar la residencia efectiva, especialmente cuando hay mucha competencia por las plazas. Esto puede incluir recibos recientes de suministros (agua, luz, gas), contrato de alquiler o escritura de propiedad. Algunas comunidades han implementado medidas para evitar los empadronamientos fraudulentos, realizando comprobaciones adicionales o requiriendo una antigüedad mínima en el empadronamiento.
El domicilio laboral de los padres también puede ser relevante, ya que muchas comunidades otorgan puntuación por proximidad del centro al lugar de trabajo. En estos casos, será necesario presentar un certificado de la empresa indicando la dirección del centro de trabajo y el horario laboral. Los trabajadores autónomos pueden acreditarlo mediante el alta en el IAE o documentación fiscal que acredite el domicilio de la actividad profesional.
Documentación académica
Para alumnos que ya están en el sistema educativo, generalmente no se requiere documentación académica adicional si continúan en el mismo centro. Sin embargo, para cambios de centro o nuevas incorporaciones, puede ser necesario presentar certificados académicos del centro anterior. Esto es especialmente importante para alumnos que se incorporan en cursos intermedios o que vienen de otras comunidades autónomas o países.
En el caso de alumnos con necesidades educativas especiales, la documentación cobra especial relevancia. Los informes psicopedagógicos, dictámenes de escolarización o informes médicos que acrediten las necesidades especiales del alumno deben presentarse durante el proceso de admisión. Estos documentos no solo pueden otorgar puntos adicionales en el baremo, sino que son fundamentales para que el centro pueda preparar los recursos necesarios para atender adecuadamente al alumno.
Para alumnos que han cursado estudios en el extranjero, la documentación académica debe estar debidamente legalizada y traducida. Los requisitos específicos dependen del país de origen y del nivel educativo, pero generalmente incluyen la apostilla de La Haya o legalización diplomática, además de la traducción jurada. Es importante iniciar estos trámites con suficiente antelación, ya que pueden ser prolongados.
Documentación socioeconómica
Aunque la educación pública es gratuita, diversas circunstancias socioeconómicas pueden influir en el proceso de admisión, otorgando puntos adicionales en el baremo. Las familias numerosas deben presentar el título oficial actualizado, diferenciando entre categoría general y especial, ya que la puntuación puede variar. Es importante que este documento esté en vigor en el momento de la solicitud.
Las familias monoparentales, cada vez más reconocidas en la normativa educativa, pueden necesitar acreditar esta situación mediante diversos documentos según las circunstancias: libro de familia con un solo progenitor, sentencia de separación o divorcio con custodia exclusiva, certificado de defunción del otro progenitor, o resolución judicial de abandono familiar. Algunas comunidades han creado carnés específicos de familia monoparental que simplifican este trámite.
La situación de desempleo de los padres, la condición de víctima de violencia de género o de terrorismo, y la discapacidad de algún miembro de la familia son circunstancias que también pueden otorgar puntos adicionales. Cada una requiere su documentación específica: certificados del SEPE, órdenes de protección, resoluciones administrativas o certificados de discapacidad. Es importante conocer qué circunstancias son valoradas en cada comunidad autónoma, ya que no todas aplican los mismos criterios.
El sistema de baremación: entendiendo los criterios
Criterios principales de admisión
El sistema de baremación es el mecanismo mediante el cual se ordenan las solicitudes cuando la demanda supera la oferta de plazas. Aunque cada comunidad autónoma tiene cierto margen para establecer sus propios criterios y puntuaciones, existe un marco común establecido por la normativa estatal. Comprender estos criterios es fundamental para maximizar las posibilidades de obtener plaza en el centro deseado.
El criterio de hermanos matriculados en el centro suele ser el que otorga mayor puntuación. Esto responde a la lógica de facilitar la conciliación familiar y mantener unidos a los hermanos. Se considera hermano matriculado aquel que vaya a continuar en el centro durante el curso para el que se solicita plaza. Algunas comunidades extienden este criterio a hermanastros o hermanos en situación de acogimiento familiar.
La proximidad del domicilio familiar es el segundo gran criterio. Las zonas de escolarización están delimitadas por las autoridades educativas, y vivir dentro de la zona del centro solicitado otorga la máxima puntuación por este concepto. Vivir en zonas limítrofes o en el mismo municipio puede otorgar puntuaciones intermedias. Es importante entender que estas zonas no siempre coinciden con los barrios o distritos administrativos, por lo que es necesario consultar específicamente la zonificación escolar.
Criterios complementarios
Más allá de los criterios principales, existen múltiples criterios complementarios que pueden marcar la diferencia cuando hay empate en las puntuaciones principales. La renta familiar es uno de ellos, generalmente beneficiando a las familias con menores ingresos mediante puntos adicionales. La forma de acreditar y calcular esta renta varía entre comunidades, algunas utilizan el IPREM como referencia, otras la renta per cápita familiar.
La condición de familia numerosa otorga puntos adicionales, generalmente diferenciando entre categoría general (3-4 hijos) y especial (5 o más hijos). La discapacidad del alumno, de los padres o hermanos también suma puntos, con diferentes baremos según el grado de discapacidad reconocido. Estas circunstancias deben estar debidamente acreditadas mediante los certificados oficiales correspondientes.
Otros criterios que pueden aplicarse incluyen la condición de antiguo alumno de los padres, trabajar en el centro educativo, o criterios específicos de cada comunidad como el nacimiento múltiple (gemelos, trillizos), la condición de deportista de alto nivel o alto rendimiento, o situaciones de acogimiento familiar. Cada familia debe revisar cuidadosamente todos los criterios aplicables en su comunidad para no perder oportunidades de puntuación.
Criterios de desempate
Cuando varias solicitudes obtienen la misma puntuación total y no hay plazas suficientes para todas, entran en juego los criterios de desempate. Estos están jerárquicamente ordenados y se aplican sucesivamente hasta resolver el empate. Generalmente, el primer criterio de desempate suele ser la mayor puntuación en el apartado de hermanos en el centro, seguido por la mayor puntuación en proximidad del domicilio.
Si persiste el empate tras aplicar todos los criterios establecidos, muchas comunidades recurren a un sorteo público. Este sorteo no es aleatorio para cada solicitud individual, sino que se realiza extrayendo un número o letra que determina el orden de todas las solicitudes empatadas. Por ejemplo, si se extrae la letra "M", tendrán prioridad los apellidos que empiecen por esa letra y siguientes en orden alfabético.
Procedimientos especiales de admisión
Escolarización fuera de plazo
No todas las familias pueden participar en el proceso ordinario de admisión. Los traslados laborales, cambios de domicilio, llegada del extranjero o circunstancias personales sobrevenidas pueden requerir la escolarización en cualquier momento del año. Para estas situaciones existe el procedimiento de admisión extraordinaria, que permanece abierto durante todo el curso escolar.
El proceso extraordinario tiene características particulares que las familias deben conocer. La principal limitación es que solo se pueden asignar plazas en centros que tengan vacantes después del proceso ordinario, lo que reduce significativamente las opciones. Las comisiones de escolarización permanentes son las encargadas de gestionar estas solicitudes, buscando la mejor opción disponible considerando las necesidades del alumno y las preferencias familiares en la medida de lo posible.
La documentación requerida es básicamente la misma que en el proceso ordinario, aunque puede haber cierta flexibilidad en casos de urgencia acreditada. Las familias en esta situación deben dirigirse a las comisiones de escolarización de su zona o a los servicios provinciales de educación, donde recibirán orientación sobre las opciones disponibles y el procedimiento a seguir.
Alumnos con necesidades educativas especiales
Los alumnos con necesidades educativas especiales tienen garantizado su derecho a la educación inclusiva, pero el proceso de admisión puede tener particularidades importantes. Estos alumnos pueden optar por centros ordinarios, centros de educación especial o centros ordinarios con aulas especializadas, según sus necesidades y el dictamen de escolarización.
El proceso comienza generalmente antes que el ordinario, con la evaluación psicopedagógica del alumno por los equipos de orientación educativa. Esta evaluación determina las necesidades educativas del alumno y propone la modalidad de escolarización más adecuada. El dictamen resultante es un documento fundamental que debe acompañar la solicitud de plaza y que puede condicionar los centros donde el alumno puede ser escolarizado.
Las plazas reservadas para alumnos con necesidades educativas especiales se gestionan de manera específica, garantizando que estos alumnos tengan acceso a los recursos que necesitan. Los centros tienen la obligación de reservar un número determinado de plazas para estos alumnos, y las comisiones de escolarización velan por que se respete esta reserva y se asigne a cada alumno un centro que pueda atender adecuadamente sus necesidades.
Cambios de centro durante el curso
Los cambios de centro durante el curso escolar son situaciones excepcionales que requieren justificación y autorización. Los motivos más comunes incluyen cambios de domicilio familiar por causas laborales o personales, situaciones de acoso escolar debidamente acreditadas, o necesidades educativas sobrevenidas que el centro actual no puede atender.
El procedimiento requiere generalmente la solicitud formal de traslado, que debe incluir la justificación documentada del motivo. El centro de origen debe emitir un informe de traslado con la información académica del alumno, y el centro de destino debe tener plaza disponible y aceptar la admisión. En casos de urgencia o situaciones especiales, la inspección educativa puede intervenir para facilitar el proceso.
Es importante saber que los cambios de centro durante el curso pueden tener implicaciones académicas, especialmente en cursos superiores donde los temarios y metodologías pueden variar significativamente entre centros. Las familias deben valorar cuidadosamente estas implicaciones y, cuando sea posible, intentar que los cambios coincidan con el final de trimestre o evaluación para minimizar el impacto académico.
Aspectos prácticos del proceso de matriculación
Presentación de solicitudes
La presentación de la solicitud es un momento crucial que requiere atención a los detalles. Cada familia puede presentar una única solicitud por alumno, y la presentación de más de una solicitud puede conllevar la pérdida de todos los derechos de prioridad. En la solicitud se pueden indicar varios centros por orden de preferencia, generalmente entre 5 y 10 según la comunidad autónoma.
La solicitud debe presentarse en el centro elegido como primera opción, aunque cada vez más comunidades permiten la presentación telemática a través de sus plataformas digitales. Es fundamental obtener un justificante de la presentación con sello y fecha, ya que este documento acredita la participación en el proceso dentro del plazo. Las familias deben conservar una copia de toda la documentación presentada.
Al completar la solicitud, es importante revisar cuidadosamente todos los datos y asegurarse de marcar todas las circunstancias que puedan otorgar puntuación adicional. Un error u omisión en este momento puede significar perder puntos valiosos en el baremo. Si se detectan errores después de la presentación, el período de reclamaciones tras las listas provisionales permite subsanarlos.
Seguimiento del proceso
Una vez presentada la solicitud, las familias deben estar atentas a los diferentes hitos del proceso. Las fechas de publicación de listas provisionales, plazos de reclamación, listas definitivas y períodos de matriculación están establecidas en el calendario del proceso y su desconocimiento no exime de las consecuencias de no actuar en plazo.
Las listas provisionales permiten a las familias verificar que su solicitud ha sido correctamente baremada. Es el momento de detectar posibles errores en la puntuación o en la documentación. Si se detectan errores, el período de reclamación, que suele ser de 3 a 5 días hábiles, permite presentar alegaciones y documentación adicional. Es importante actuar rápidamente en este período, ya que los plazos son improrrogables.
Tras la resolución de las reclamaciones, se publican las listas definitivas de admitidos. Las familias que han obtenido plaza en su centro de primera opción deben formalizar la matrícula en el plazo establecido. No hacerlo supone la pérdida de la plaza. Quienes no han obtenido plaza en su primera opción pero sí en otras opciones, deben decidir si aceptan la plaza ofrecida o permanecen en lista de espera de sus opciones preferentes.
La matrícula definitiva
La obtención de plaza no es el final del proceso; la matrícula definitiva es el paso que consolida el derecho a la escolarización. Este trámite tiene sus propios plazos, generalmente en junio para infantil y primaria, y en julio para secundaria y bachillerato. La documentación requerida para la matrícula puede incluir documentos adicionales a los presentados en la solicitud.
En el momento de la matrícula, las familias deben cumplimentar múltiples formularios: autorizaciones para salidas escolares, uso de imagen, opciones de asignaturas optativas, elección de enseñanza religiosa o alternativa, solicitud de servicios complementarios como comedor o transporte. Es un momento de muchas decisiones que requiere tiempo y atención.
También es el momento de informar al centro sobre cualquier circunstancia especial del alumno: alergias, necesidades médicas, situaciones familiares particulares. Aunque parte de esta información puede haberse proporcionado durante la solicitud, la matrícula es el momento de actualizarla y completarla. La comunicación fluida con el centro desde este momento inicial facilitará la adaptación del alumno.
Recursos y vías de reclamación
Reclamaciones durante el proceso
El sistema de admisión contempla varios momentos en los que las familias pueden presentar reclamaciones. El más importante es el período tras la publicación de las listas provisionales, donde se pueden corregir errores en la baremación o aportar documentación que complete o aclare la inicialmente presentada. Es fundamental aprovechar este período, ya que es más difícil modificar situaciones una vez publicadas las listas definitivas.
Las reclamaciones deben presentarse por escrito, preferiblemente en el mismo centro donde se presentó la solicitud. Deben ser específicas, indicando claramente qué se reclama y aportando la documentación que sustente la reclamación. No basta con expresar disconformidad general; hay que señalar errores concretos en la aplicación del baremo o en la valoración de las circunstancias.
Si la reclamación no es estimada y la familia considera que se han vulnerado sus derechos, puede presentar recurso ante las autoridades educativas superiores. Los plazos para estos recursos están establecidos en la normativa administrativa y su incumplimiento puede suponer la inadmisión del recurso. En casos especialmente graves, las familias pueden acudir a la vía judicial, aunque esto debe considerarse como último recurso.
Listas de espera y vacantes sobrevenidas
No obtener plaza en el centro deseado no significa que todas las opciones estén cerradas. Las listas de espera permanecen activas durante un período después de la matriculación, y es frecuente que se produzcan movimientos por familias que finalmente no formalizan la matrícula o que obtienen plaza en otros centros.
Las familias en lista de espera deben mantenerse atentas a posibles llamamientos. Generalmente, los centros contactan por teléfono cuando se produce una vacante, y suelen dar plazos muy cortos para la respuesta. Por ello, es fundamental mantener actualizados los datos de contacto y estar localizables durante el período de vigencia de las listas de espera.
Además, a lo largo del curso pueden producirse vacantes por traslados de otros alumnos. Estas vacantes se cubren siguiendo el orden de las listas de espera mientras estas estén vigentes, o mediante el proceso de admisión extraordinaria cuando ya no lo están. Las familias interesadas pueden consultar periódicamente en los centros o en las comisiones de escolarización sobre la existencia de vacantes.
Conclusión: Un proceso crucial que requiere atención y preparación
El proceso de matriculación escolar en España, con sus requisitos específicos y plazos estrictos, puede parecer abrumador para las familias, especialmente para aquellas que se enfrentan a él por primera vez. Sin embargo, comprender el sistema y prepararse adecuadamente marca la diferencia entre un proceso estresante y uno que, aunque requiere dedicación, se desarrolla sin sobresaltos.
La clave del éxito radica en la anticipación y la organización. Comenzar a informarse con meses de antelación, visitar los centros durante las jornadas de puertas abiertas, preparar la documentación necesaria con tiempo y comprender los criterios de baremación son pasos que aumentan significativamente las posibilidades de obtener plaza en el centro deseado. No se trata solo de cumplir con un trámite administrativo, sino de tomar una decisión informada sobre el entorno educativo donde nuestros hijos pasarán una parte fundamental de su desarrollo.
Es importante recordar que, aunque no siempre se obtenga plaza en la primera opción, el sistema está diseñado para garantizar una plaza escolar a todos los menores en edad de escolarización obligatoria. Las alternativas y recursos disponibles, desde las listas de espera hasta los procesos extraordinarios, ofrecen múltiples oportunidades para encontrar el centro más adecuado para cada alumno.
Finalmente, más allá de los procedimientos y plazos, no debemos perder de vista que lo verdaderamente importante es encontrar un entorno educativo donde nuestros hijos puedan desarrollarse plenamente. Un proceso de matriculación exitoso es aquel que culmina con el alumno en un centro donde se sienta acogido, motivado y con las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial. La inversión de tiempo y esfuerzo en comprender y seguir correctamente este proceso es, sin duda, una de las mejores inversiones que podemos hacer en el futuro de nuestros hijos.